Poesía internacional: Mariana Rojas Merubia (Bolivia)

Mariana Rojas Merubia nació el 8 de febrero del 2001 en la ciudad de Santa Cruz, en el corazón de Sudamérica, Bolivia. Joven bioquímica, escritora, desde sus 6 años, su tía Sonia le llevó a descubrir el mundo emocionante de la interpretación poética. Siempre fue la niña que recitaba en todos los actos cívicos, hasta que tiempo después descubrió, que tenía habilidades para escribir y ver de una forma diferente la vida, desde sus 10 años empezó con la composición de obras literarias: cuentos, novelas y poesías para colegio. A lo largo de su vida siempre estuvo conectada con el amor. El amor es lo que mueve nuestras vidas, se considera una poeta que “le encanta romantizar la vida”, ver a través desde mis ojos es conocer un mundo fantástico, poder llevarles con sus poesías a sumergirse en un mundo lleno de emociones. Siempre sintió la necesidad de transmitir sus conocimientos y es tan afortunada de tener una voz que transmite un mensaje, que tiene algo poderoso que decir para edificar y eso lo que le mueve todos los días. La frase que le identifica es: Atrévete a ser tu misma.

***

Mala mía

Cruel villano,
Haces que mis sueños se conviertan pesadilla
Atormentándome tras cobrar aliento.
Cruel hechicero caí en tus místicos sucesos,
Caí en tus redes como una araña atrapa a su víctima en la telaraña
Cuando me encontraba descubriendo la vida, vuelves a reaccionar en la mía.
Ahora tú queriendo quedar como el inocente y a mí me conviertes en la mala del cuento.
A la mía, a la tuya, pero mala mía.

***

Me rehusé

Me rehusé tantas veces a la soledad
Cuando estuve en el lugar más desierto que puede uno estar
De tu falsedad y tu hipocresía me cansé
Ni por un segundo a tu doble vida voy a volver
En tu frialdad y tus mentiras no voy a caer
Porque para ver dobles caras, ya vi que tú tenías tres.

Tus labios secos ya no me causaban nada,
Sentía como rosaban mis labios a una pared,
Tan indiferente, sin magia no me causaba absolutamente nada.
Las sensaciones que quería sentir se esfumaban,
Porque tus besos ni tres segundos duraban.

¡Estoy cansado, sólo quiero dormir!
Eran tus excusas para dejarme por las noches a la mitad,
Hasta que salía por las noches aquel bar, donde entre las sonoras melodías del jazz me perdía
Y al llegar a casa no había sinfonía.

Preferí perderte, que perderme a mí misma,
No perder mi juventud y arrastrarme innecesariamente a tu infierno,
Cuando nunca me llevaste a tocar al cielo, siempre me dejabas a medias
Así tan cálida en la mitad,
Ni el sol pudo derretir tú corazón congelado.

***

Amor de cuatro paredes

Amor, amor de cuatro paredes que no hablan, que no miran, que no juzgan.
Amor de kilómetros que nos separa, tan lejos, tan fríos.

Yo aquí tan cerca, tan conectada, cálida y nosotros tan lejos, tan distantes, tan fríos.

Todo comenzó de la nada, ¡De un, no me haces falta!

Hasta que te conocí y la palabra desconocidos se convirtió en extraña al coincidir.

Hasta que lo que nuestro se tornaba en algo más que una amistad, entre tantos, tantos
en el frío invierno tus mensajes subían la temperatura y me llevó a preguntarme:

¿Qué más nos faltaba?

Quizás irte a buscar, y besarte por primera vez, pero era prohibido salir. Era prohibido
poder tocarte, recorrer cada parte de tu cuerpo, quizás ese deseo de lo prohibido hacia
más desenfrenado lo nuestro.

***

Adiós amor

Hoy, dejé de estar para ti
Lo decidí, y mientras más vueltas quería dar a nuestra situación.
Menos quería comprender
¡Que necia, soy!
Pero. ¿Qué pasa cuando mi corazón, no acepta que te deje ir?
Mi mente grita ¡Suelto!
Siento dentro de mí, arder mi corazón
¿Por qué el amor me vuelve tan necia?
Hace que se paralicen todos mis sentidos
¡Me cansé! De que siempre seas tú.
¿Cuándo me toca?
Es mi turno, se acabó el ir tras de ti, voy por mí.
Aunque eso sea lo que más duele, aceptar que ya no estas.
Que ya no estoy para ti, que ahora estoy para mí, no debería ser tan difícil elegirme.
Quizás es porque tanto tiempo te puse a ti primero
Que olvidé, que soy lo más importante
Sé que el amor me recompensará por todo lo que di.
El tiempo será, testigo de nuestra casualidad y se haga un propósito para dejar atrás a lo que
nos estábamos aferrando, hoy con el corazón partido te dejo ir.
Dejo que existan los tiempos y coincidan las mismas estrellas, para devolver aquella mitad de
mí, que hoy te llevas.
Me encargare de prender fuego a mi corazón cuantas veces sean necesarias, para que recuerde
una y otra vez las cosas que me merezco, porque por tu amor no estoy dispuesta de entrar a tú
infierno.
Hoy me voy de aquí y lo hago por mí.

***

La forma de amar

¿Quién te crees para juzgar la forma de amar?
¡Crees ser juez y empiezas a señalar!
¡Mírala ahí está ella, la que no se da a respetar!
¡Ella se deja, delante todos tocar!
¡Qué irónico, lo mismo que haces tú en la oscuridad y así te atreves a criticar!
Tan sólo ella no oculta su forma de amar, porque el amor es expresión, es libertad.
¿Quién te crees tú, para juzgar?
¿Acaso crees que el amor es refrenar?
¿Qué el amor, es ocultar?
El amor no se oculta, el amor cuando lo sientes no importa quien estuvo antes, sino quien
te hace sentir de tu mundo un lugar diferente.
Sólo a quien te nace dar lo mejor de ti.
Porque no dejas de pensar en esa mística mirada.
El amor te dice: relájate, déjate llevar, solo soy capaz de paralizar todos tus sentidos y
ayudarte a dopamina, serotonina segregar.
¡Ya quita esos prejuicios de tu cabeza!
¡El amor es libertad!
¿Tú quieres andar a escondidas?
No hay forma correcta de amar, solo atreverse a sentir lo que tenga que sentir, a gritar
más fuerte por lo que quiero y que nadie desbloquee mis inseguridades, porque ahora ya
sé lo que valgo y si no estás dispuesto:
¿Quién te crees tú, para juzgar la forma de amar?

Los comentarios están cerrados.

Crea una web o blog en WordPress.com

Subir ↑