Breve desglose del metomaniático en Una multitud de porquerías imperdonables (2024) de Yadir Gómez

Quisiera comenzar este texto primero agradeciendo a cada unx de mis lectores que han disfrutado de mi primera reseña. Me han llenado el impulso de creatividad de una manera curiosa, pero compacta. Esta vez he decidido activar más mis teclas literarias y brindarles un breve análisis a uno de los cuentos más interesantes que he leído en lo que va del año.

De forma previa, les comento como llegué a leer el cuentario Una multitud de porquerías imperdonables de Yadir Gómez. Hace algunos meses tuve la oportunidad de participar en los recitales del Proyecto Cultural Catarsis, en dichos eventos uno de los participantes resaltaba por romper con la norma. Después de tanto verso, en su turno narraba breves fragmentos de lo que era un cuentario que todavía no veía la luz. La experiencia oral del cuento es algo de lo que teclearé otro día, pero por ahora solo decirles que gracias a eso pude leer un libro excepcional. El estilo narrativo de Yadir es fluido, repleto de símbolos y por momentos jocoso. Desde mi perspectiva, los mejores elementos para entretener al lector.

Deseo animarlos a leer el cuentario completo, tal como ya lo hice. Y la mejor forma que encontré para eso es dándoles un mini análisis literario a mi cuento favorito del libro: El viaje del borracho.

El comienzo parte desde lo híbrido entre el narrador y el personaje principal. No deseo extenderme en la perspectiva narratológica, pero igual considero trascendental mencionarla para apreciar la complejidad del cuento y el motivo de mi interés. Mientras el narrador nos suelta las oraciones afirmativas seguidamente se plantean preguntas que solo se podrían ejecutar desde la voz del personaje principal. Esto se evidencia en la siguiente cita que aparece en el inicio del cuento:

Debía ser la suya sino ¿cómo había girado la llave? Pasó por el pasadizo (¿su casa tenía pasadizo?): al lado izquierdo, la cocina, al lado de derecho, la sala. Pasó por el pasadizo (otra vez): a la derecha y a la izquierda… ¿Era tan grande su casa? Claro que no, ningún borrachín puede mantener una casa como esta, pero la llave funcionó; era su casa, más limpia e inmensa. (Gómez 13)

Primero, debo señalar que el uso del paréntesis está más asociado, en la escritura ficcional, a los textos dramáticos para ciertas acotaciones del dramaturgo o para resaltar los monólogos insertados. Este detalle se relaciona de forma estrecha con la representación de la subjetividad, la cual, según Rodríguez y Ridao se da con el uso de los paréntesis para encerrar los juicios personales (152). Por lo tanto, el juego del narrador, en la estructura del cuento, mediante el empleo de este signo, permite crear un ambiente de fusión o dinámica pin pon entre una voz y otra. Si bien el título da un pequeño spoiler, considero que el texto de Gómez plantea de forma detallada, algo divertida y fluida al inconsciente del personaje principal como un viaje. Y es con el uso de los paréntesis que esta visión comienza bien planteada.

Siguiendo con la línea del inconsciente, en el cuento se menciona la aparición de un gato que se muestra en un sueño onírico. Esta referencia para mí, marca un paralelo con el gato de Cheshire. Para brindar un contexto de este personaje clásico de Lewis Carroll, Suárez señala lo siguiente: “y el animal que emite el discurso más importante, el del discurso vital, es el gato, el Gato de Cheshire, el gato de la sonrisa perpetua, el gato que aparece como guía espiritual, como maestro, como sentido vital en esta narración” (102). En otras palabras, la figura del gato, desde el cuento de Carroll que también guarda puntos en común con el cuento de Gómez, no solo acompaña al protagonista, sino que conecta su subjetividad con el relato. Para apoyar esta idea presento la cita del cuento donde se introduce a dicho personaje:

Miró en rededor: estaba cerca al río. Un gato, todavía con los pantalones a la altura de los tobillos, orinaba un poco más allá; la orina formaba un cauce hasta el borracho. —Definitivamente, todos los gatos son unos asquerosos —le dijo el borracho al animal. El gato negó con la cabeza (Gómez 14).

Es evidente que es mediante el líquido escatológico que se demuestra la conexión entre ambos personajes. Y asimismo me gustaría resaltar la pluma realista mágica al señalar detalles peculiares como los pantalones o posteriormente los músculos. De cierta manera, el gato personifica un alter ego del borracho, que irónicamente es criticado por su lado humano. Desde mi gusto, estos momentos jocosos permiten la fluidez del texto.

Pero como mencioné anteriormente, el cuento no se queda en el aspecto cómico porque está repleto de símbolos y referencias. Considero que la figura del borracho está conectada con el complejo de Edipo. Por ende, casi todo el cuento relata la llegada de un pseudo joven que durante su estado etílico ve a su madre como su esposa y a su padre como un sujeto adicto al póquer que vive en su casa. Estos detalles se entienden mejor con la siguiente cita:

Al terminar, su mujer procedió a limpiarle la baba y le recomendó, cariñosa, que volviera al cuarto a dormir. El hombre póquer, al darse cuenta que el borracho no podría levantarse por sí mismo, porque se sentía muy débil y estaba en plan de niño engreído, se ofreció, cortés, y comprensible con las circunstancias, a llevarlo en brazos a la cama (Gómez 16).

La escena descrita encaja con la imagen de dos padres acomodando a su bebé para que duerma. Pero curiosamente, a lo largo del cuento el borracho llama al personaje femenino como su mujer y no madre. Es evidente que el narrador nos posiciona en el inconsciente del protagonista y su incestuosa perspectiva familiar. Sobre esta idea “pese a todo el conflicto edípico que existe desde distintos actores y relaciones y, aunque el sepultamiento tiene unas causas iniciales, cada sujeto soluciona el complejo de manera distinta según sus propias características” (Ruiz y Valencia 158). Por lo tanto, la solución que el protagonista lleva a cabo para ignorar sus pulsiones es la adicción al alcohol.

Para cerrar este pequeño análisis y la idea del inconsciente incestuoso del protagonista me gustaría detenerme en la parte final del relato: la golondrina de papel. Se muestra en la escena final que el borracho se encuentra en un purgatorio donde debe registrarse. Durante dicho lapso se da cuenta de que la etiqueta de papel del licor que bebía es un ave que está empollando en su bolsillo. La écfrasis señalada permite revelar los sentimientos de una paternidad juvenil:

El borracho estaba maravillado con la obra, se quedó muy quieto, respirando el aire puro del lugar (un espacio blanco con motas azules bajo sus pies), esperando a que los huevitos que la golondrina había depositado en su corazón crecieran; quería verlos nacer (Gómez 21).

Sin embargo, este anhelo inocente no será el fin del cuento y más bien es mediante la frialdad de una paternidad inconclusa por efecto del trauma incestuoso que el cuento cierra su viaje introspectivo. Sin dar mayores spoilers, hasta aquí va el análisis.

Me gustaría concluir recalcando que el cuento de Yadir Gómez es sin duda alguna de los mejores textos que he leído en lo que va del año, no solo por lo planteado de forma modesta en mi análisis, sino porque su estilo me resultó hipnótico. Invito a mi curiosx lectorx a descargar el cuentario que el autor ha dispuesto para descarga gratuita en la plataforma de Lektu. Finalmente, pedirle a quien esté leyéndome que nunca deje de darle una oportunidad al talento peruano porque pueden encontrar letras como las de Yadir que brindan oxígeno, del que tanto nos hace falta.

Referencias

Gómez, Yadir. Una multitud de porquerías imperdonables. Editorial Libre e Independiente, 2024.

Rodríguez, Francisco & Susana Ridao. Los signos de puntuación en español: cuestiones de uso y errores frecuentes. Boletín de filología, 2013. 147-169. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-93032013000100007

Ruiz, Natalia & Natalia Valencia. «El sepultamiento del Complejo de Edipo.» Revista de Psicología GEPU 12.1 (2021): 148-155. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8799074

Suárez Escobar, Marcela. «El Gato de Cheshire. El indecapitable.» Bestiarios. Silva de varia invención (2021). 101 – 107

E-book gratuito de Una multitud de porquerías imperdonables (2024):

https://lektu.com/l/editorial-libre-e-independiente/una-multitud-de-porquerias-imperdonables/21997

Contacto: castillo.julia@pucp.edu.pe

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