Yiret Estefani Salgado Diazpeón (Coatzacoalcos, Veracruz, 2003). Desde que era una niña pequeña mostró interes por la lectura. El gusto por la escritura vino como consecuencia de tanto leer, comenzó escribiendo pensamientos, sueños que tenía y pequeños fragmentos de cuentos que se le ocurrían. Posteriormente, cuando tenía trece años seguía escribiendo pequeños fragmentos, ideas que se le ocurrían pero que nunca concretaba en nada más que vagos escritos. Fue hasta mis quince años que la escritura se hizo parte de su vida de manera más intima. Inició un blog de consejos para chicas en la famosa plataforma Wattpad, actualizaba contenido de belleza, consejos para la escuela, amor propio y ley de la atracción. A esa misma edad, tuvo muchas crisis de ansiedad, no conseguía dormir, tuvo muchas noches de insomnio que no le hacían nada bien porque se mantenía sobrepensando situaciones que le agobiaban en esos años. No recuerda quién le dio el consejo de escribir todos sus pensamientos, darles forma y ponerlos en palabras sobre papel, así no tendría que cargar con esa ansiedad en la cabeza en las noches de insomnio. Así que, eso fue lo que hizo. Comenzó escribiendo sus pensamientos y sentimientos en las notas de su celular, llenaba páginas enteras de texto, y había encontrado alivio en escribir, así que seguía haciéndolo. Fue hasta el 2020 que gracias al encierro debido a la pandemia comenzó a escribir poemas. Una tarde como cualquier otra estaba acostada en su cama y en su mente comenzó a recitar frases que dieron forma a rimas, las escribía en su celular y las seguía perfeccionando, dándole forma y estructura a las palabras, había escrito su primer poema. Le pareció algo tan maravioso que continuó haciéndolo durante las noches, cuando no podía dormir. Y así, durante los años siguientes seguía trabajando en sus poemas, en fragmentos para escritos e ideas para posibles libros. Cree que fue en 2022 que más escribió poemas, ya que llegó a acumular alrededor de noventa poemas para el fin de año y, actualmente, tiene un total de ciento veintiocho poemas, y cada día la cifra aumenta porque hay temporadas en que escribe poemas casi todos los días. Igualmente, está trabajando en el borrador de un potencial libro que desea publicar tradicionalmente con la asistencia de una editorial. Si bien sus poemas son algo que aprecia mucho, no fue hasta el presente mes de marzo que decidió hacer uso de sus redes sociales como Tiktok para dar a conocer su poesía y engrandecer su comunidad lectora. De la misma manera, es creadora de contenido en redes, hace reseñas de libros y contenido relacionado a libros en Tiktok, Instagram y Threads. Mientras que en Wattpad mantiene una comunidad lectora signicativa con su blog de consejos para chicas.
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Caos
No pido que me entiendan.
Incluso, a mi me cuesta.
Si algo me importa, mi mente no para de darle vueltas al tema.
Si te alejas, creeré que es culpa mía por haber dicho cosas que no debía.
Si te quedas, creeré que es por obligación porque cualquiera puede aprovecharse de mi buen corazón.
Si me gritas, olvídate de mis sonrisas.
Si eres demasiado bueno, la ansiedad me dirá que en cualquier momento me vas a traicionar.
Si me abrazas, no sabré reaccionar, no es algo que me guste mucho porque nunca sé cómo actuar.
Si me ves enojada, ni Maléca sería tan mala.
Digo cosas de las que me arrepiento, sé usar las palabras como puñal para clavarla en la herida adecuada, no es
algo de lo que me sienta orguosa, es la desventaja de ser tan observadora.
No tienes que entenderme, ni siquiera estás obligado a quererme.
Conóceme si tú quieres, pero, se consciente que es difícil muchas veces.
Necesitarás paciencia, pero, si te quedas sólo quiero que sepas que mi caos arrastra sin piedad; para bien o para mal.
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Veo fantasmas
Veo fantasmas.
Susurran tu nombre en las esquinas de mi mente intranquila.
Se ríen en mi cara cuando les cuento las mil trampas en las que caí,
como cuando te creí sincero y resultaste traicionero.
Suena alocado, pero te prometo que veo fantasmas..
Eos me acompañan y me recuerdan lo mucho que me haces falta.
Son interesantes compañeros, les gusta jugar a las escondidas y recordarme tus mentiras.
Ya sé que suena extraño, pero, te juro que veo fantasmas. O tal vez, eos me ven a mí.
Solo sé que egan de noche, cuando el silencio y la paz reinan en mi cama.
Me susurran y reclaman que tú amor fue una farsa y que yo fui una tonta enamorada. Me hacen orar y se van.
Veo fantasmas que me acompañan desde el día que me dejaste en ese pasio,
pensando en lo mucho que quise y no pude continuar con este caso perdido.
Veo fantasmas.
Les amó fantasmas porque amarles culpas y traumas asusta más que decirles fantasmas.
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Ladrón
Vienes como ladrón, con la mirada baja, sin que nadie sepa nada.
Entras por la puerta con mucha delicadeza, evitando ruidos que levanten sospechas.
Una vez cerrada la puerta damos rienda suelta, el juego comienza.
Haces que amarte en secreto me haga morir en silencio.
Precioso, letal, intenso. No quiero detenerlo.
Entonces ega el momento, dices que debes irte y yo lo entiendo. Aunque, no quiero hacerlo.
No quiero soltarte, maldigo que todos puedan gozarte, mientras a mí me tocan segundos contabilizados.
Vienes como ladrón, tomas lo que quieres y te vas sin dejarme opción.
Sales por la puerta con mucha delicadeza, enfrentándote al mundo después de desarmar mis muros.
Una vez cerrada la puerta, quisiera orar, gritarte que espero más.
Pero el juego acaba, las luces se apagan y todo vuelve a la normalidad, hasta que volvemos a iniciar.
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Insomnio
Viejo amigo, insomnio querido.
Me visitas cuando no eres bien recibido.
No me mal entiendas, eres el causante de mis mejores textos, pero, no eres lo que quiero en este momento.
Déjame soñar con ese mundo ideal, quiero descansar entre las sábanas que no te quieren cobijar.
Dice mi psicóloga que cuando vienes es por preocupaciones reprimidas que me agobian en lo inconsciente, eres el
aviso de que algo no está bien conmigo.
Somos viejos amigos, te pido que no seas cruel conmigo.
Hace tiempo que no nos vemos, es tan raro, te había olvidado.
Por eso mismo te has enfadado, me estás castigando, no sabes ser rechazado.
Me obligas a recordar que siempre me has acompañado, en las noches más solitarias tu voz a sido el canto que ha inspirado a mi alma de poeta que sigue escribiendo letras cuando tocas a mi puerta.
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Tolerado
Mi amor no debería ser tolerado, debería ser celebrado.
Pero te veo forzar el sentimiento de quererme.
Marchitada la raíz las hojas se secan.
No lo intentas.
Los abrazos antes de dormir se convirtieron en dagas que
hieren el alma hasta el corazón partir.
Esconderse bajo las sábanas ya no
basta, el monstruo está en la casa,
se reeja en el eco del silencio y las
lágrimas derramadas.
Mi amor no es celebrado, es tolerado.
Pongo las estreas sobre la mesa y
no te veo sonreír, me esfuerzo porque
me quieras y desgarró mi piel para
que lo entiendas.
Debería ser celebrada pero solo soy
tolerada. Los cobardes huyen ante
la tormenta y víctimas en el medio
del huracán dejan, y que el inerno
se encienda sobre la tierra.
Revista Kametsa 