Poesía internacional: Cecilia del Carmen Castillo (El Salvador)

Cecilia del Carmen Castillo (Santa Tecla, 1984). Poeta, Licenciada en Letras por la Universidad de El Salvador, Promotora de Lectura y Gestora Cultural. Ha participado en diversos Proyectos y antologias nacionales e internacionales en países como Cuba y Argentina. Galardonada en los Certámenes Universitarios Matilde Elena López (2009) y La Flauta de los Pétalos (2012). Actualmente es parte del equipo de Gestión y promoción Cultural de la Biblioteca Nacional, promueve espacios y proyectos de formación literaria, fomento de lectura y actividades culturales. Su Obra poética ha sido incluida en las Antologías : Minervaversos, Palabra de hermanos (Argentina-El Salvador) Proyecto Ventanas de Libertad ( Unesco), Dos Naciones en verso II y III ( Cuba-El Salvador), Letras sin fronteras , Ritual de besos y YULCUICAT con la Secretaría de Cultura de San Salvador. Entre sus Publicaciones : “Voz Tinta”, “Gestración”( 2017) con Editorial Shushikuicat, Aleteo ( Alfil Editores) “Vaginas del Mar” (2018), “El beso en la Sombra”, “Cuerpo de Mujer”, “Debajo de mi Falda hay una fiesta”(2019) ( Chifurnia Editores), “El Sombrero la muerte y su valija” y “Agua en el Evangelio”.(CELDAS Ediciones 2020). Proyectos de Literatura y poesía infantil Lluvia de estrellas 2018-2019 y Arbol de Vida Crecer Leyendo 2020)

***

Soy la ciudad errante en que caminas
con la Cruz del deseo entre tus piernas,

La puerta donde a diario así te vuelves
un Arcángel de oscuros pasadizos
que ha venido a vestirme de hechicera,
que me transforma en evangelio y casa
para el canto de tus legiones tibias,
para la marcha de tu hambre en guerra,
para la procesión de tus orgasmos,

Porque soy la ciudad que te despierta,
la que te espera encendida en sus lares,
con ese único beso en el regazo,
toda ciudad empapada en tu aroma,
cuando tú bienvenida es una fiesta.

***

Con esta noche los labios se pintan
de tu sudor errante que despierta
un Evangelio híbrido en mi cama.

Soy la mujer de arena que se enciende
en todo el Arsenal de tu costado,

Esa mujer de agua que camina
cuando la muerte en tu cintura es beso;
Esta mujer de porcelana tibia
que se enrosca en tus manos con ternura
y despacio en la salvedad del tiempo
se desnuda en el canto de tus dedos
como arcilla en las alfareras redes
donde la piel confiesa su belleza
cuando al unirnos , para deshacernos
la piel es un diluvio, es agonía,
es todo el aire del mismo universo…

***

Mi cuerpo ya no es cuerpo sin tu hambre
sin el goteo y limbo de tu espalda…

Mi cuerpo, ya no es cuerpo si no lame tu certeza,
si no tiembla en el arpegio de tus miembros
amarillos,
si no late, si no tiembla en la especie de tus labios;
mi cuerpo ya no es aire si no encuentra tus fisuras
si no muerde el dulce polen de tu estela ,
tus designios
si no corre en tu marea
si no agita sus centurias
si no enciende sus anchuras
en tu templo, tu firmeza.
Mi cuerpo ya no es nada
si no desparrama el canto de tus laureles heridos,
de tus tenues calaveras
si no siente el crucifijo de tus negras primaveras
mi cuerpo ya no es casa
si se pierde el hospedaje del ciclón de tus pisadas
si no habita tu perfume
en mi céntrica estación.

***

Yo soy un ave que arde en cada hora
vestida de oleajes y caminos
una especie que muere y resucita
en el candil de todos tus plumajes…

Amo la hembra que habita mis pasos
y mezcla su llovizna con la tierra
Amo su desnudez a pleno viaje
cuando vuela y acuna los sentidos
de un hombre que alimenta sus deseos

Amo sus longitudes, sus batallas
El arte de saberse mar,
herida,
aleteo y raíz entre su cuerpo,
la fécula y rojiza melodía
que en cada luna nutre su labranza
y se nombra silueta en las paredes

Amo su marcha de mujer lumbrera,
sus miedos,
sus caricias,
sus silencios,
cada secreto y cicatriz que aúlla
y besa su ropaje de materia

Amo el sentir dentro sus multitudes,
la fuerza que en su vientre es la marea
y entre sus pechos pan de la estación

Amo el instinto que a veces predica
y los soles que vienen de su espalda,
su necedad de ser y deshacerse
en la boca y el
semen de una especie
que es noche, hambre, pájaro… erección.

***

Profunda estoy
dilatada en tu boca…

Profunda como el agua de los mundos
que se agita al contacto de los ríos
y se pervierte con las caracolas
de un mar salado y denso que no acaba

Es esa la humedad que me embelesa
la que despunta en mis muslos de niebla
y se corona en mi pubis de plata
cuando la marcha del hambre es clemente
y me deja su aullido en el placer
Profunda soy
y estoy frente a tu cuerpo
para besar el polen de tu siembra
y embalsamar tu centro que desnudo
forma un diluvio de lechosa flama

Profunda para tragarme tus miedos
para lamer tu piel cobriza y plena
que bautiza el respiro
que rasga el vientre nuevo
y azota
quema
engulle
las medusas de mi centro.

***

He venido a danzar entre tus venas
encadenarme al mar de tu cintura,
beber cada segundo del naufragio
que te dejó silentes
cicatrices…

Vengo con la fogata de la aurora
para leer tus besos, tus raíces
Para habitar el cuerpo en que te meces
cuando pronuncias todos mis espacios,

Porque sos ese ritmo que embelesa,
Sos el amén invicto en mis oleajes
Un fugitivo acento que devora
cuando naces en el alba de un beso
Cuando esta piel te predice en las horas…

***

Mujer Espíritu.

Yo soy la piel debajo los espejos
que embriaga y tiñe el pasmo con delicia
una hoguera de palabras hermosas
impredecible al dorso de los años,
yo soy la que derrama en sortilegio los colibríes que
agitan tu venida;
la que sabe tu nombre en cada forma
la que posa su nombre en tu reflejo
la que muta en tu cintura y estigma
yo soy
esa que soy ante el silencio…
un demonio que canta a la deriva.

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